(2152 visitas) 22-04-2015 Ángeles Caballero | MiPsicólogoOnLine.es
En alguna ocasión, he notado el temor por parte de mi paciente ante alguna expresión o idea a que yo como profesional, lo juzgue y lo enjuicie. Tranquilos, eso no debe suceder en ninguna ocasión. El psicólogo, no enjuicia.
Si nuestro propio temor a expresar aquello que nos atormenta, hace que no lo hagamos, difícilmente puede el profesional ayudar a diagnosticar y por tanto, difícilmente podrá ayudar a solucionar el problema exitosamente.
Cuando una persona viene a la consulta, ya sabemos que es presa en gran medida de sus miedos, fobias, obsesiones y por tanto. De ideas que se alejan de una mente en calma y de una persona sana y con elevados índices de bienestar. Esperamos encontrar por tanto, justamente aquello que teméis decir, verbalizar y que genera alta dosis de sufrimiento. En la vida, cuando impera el miedo y sus múltiples formas, no hay lugar para los convencionalismos y las normas sociales. Por tanto, estamos alejados de lo que se espera de nosotros.
Por tanto, tranquilos, sabemos que son estados transitorios y puede que ni siquiera, defina vuestro carácter.
En relación al papel que debe hacer un profesional de la psicología cuando tiene a un paciente delante, es escuchar, acompañarlo en su sufrimiento sin identificarse con él, motivarlo a buscar la solución dentro de él, dirigir su proceso constructivamente hacia su bienestar y salud mental. La crítica y el juicio, no son en absoluto herramientas para la función terapéutica.
El psicólogo, a pesar de predecir la evolución de un proceso de recuperación, según la patología, la personalidad de su paciente, el momento en el que lo vive la persona que tiene delante, debe ir siempre un paso por detrás. Debe motivarlo, reforzarlo y hacer que confíe en su potencial. En cambio, no debe presionarlo ni ir más allá de lo que el paciente está preparado para elaborar en ese momento. A pesar de conocer el proceso, debe estar en una actitud de acompañamiento, permitirle el ritmo que pueda ir asumiendo, reforzarlo para que vaya asumiendo otras cuestiones progresivamente pero sin que se sienta desbordado, todo lo contrario; que se vaya sintiendo capaz de afrontar las situaciones que lo han hecho infeliz durante tanto tiempo.
Esta actitud del psicólogo- terapeuta, es clave en el proceso de recuperación, en la toma de confianza en su propia capacidad para salir del problema y en la fe de que él puede recuperarse, aprender y volver a ser feliz después de esta experiencia.
15-06-2015 Ángeles Caballero | MiPsicólogoOnLine.es
15-06-2015 Ángeles Caballero | MiPsicólogoOnLine.es
22-04-2015 Ángeles Caballero | MiPsicólogoOnLine.es
22-04-2015 Ángeles Caballero | MiPsicólogoOnLine.es